No vengo por nada, ni siquiera vengo para quedarme, mi
intención es irme después.
Hoy el cielo está gris ¿no es así? Me gustan los días
grises.
Losé, losé, no me mires así, ya me estoy desviando, pero es
que, es verdad, me gustan.
Mira hacia arriba, ¿no es precioso? Con los rayos intentando
traspasar la barrera de nubes.
Desde luego es un fenómeno maravilloso.
¿Qué tal? No, no, no respondas, me importa una mierda.
Vale, vengo a lo que vengo no me distraigo más.
La verdad es que te odio, de una manera brutal, mis ganas de
matarte son tantas.
Pero no lo voy a hacer.
Venga va, juguemos a un juego, uno de esos a los que
jugábamos antes.
Si, no me pongas esa cara, venga por favor.
¿Sí? ¡Bien!
Venga, si sí, va a ser muy divertido, como antes ¿recuerdas?
Colócala ahí, si justo ahí. Ahora gírala, que parezca un
círculo negro, sí, así.
Mira, se ha parado y te señala a ti. ¿Qué curioso no?
Venga, juguemos.
Me toca hacerlo a mí, solo quédate quieto y no grites ¿vale?
Solo un momento y ya verás que sensación.
Sí, así, chhssss, tranquilo… chhssss… no pasa nada.
No, no grites, ahora no.
Venga, si no duele tanto, eres un llorica.
¿Ves? Ya ha pasado, ya está, no ha sido para tanto, deja de
llorar.
Ahora la giro yo.
Si, mira, joder, me ha tocado a mí.
Oh mírate, si pareces un niño con zapatos nuevos.
No, mejor no, aquí el que juega eres tú.
Juguemos a otra cosa mejor.
Mira, es fácil.
Si sí, siéntate ahí.
Joder que antipático, ¡Que te sientes hostia!
¿Sí verdad? Con una pistola apuntándote todo es más fácil.
Mira esto, lo ves ¿verdad? Pues mira lo que hace.
No llores coño que solo vamos a jugar.
Oh si al final no eres un príncipe, los príncipes tienen la
sangre azul, y tú no, la tuya es roja.
Joder que puto llorica me ha tocado.
Si mira, ahora aquí, ya verás la cara que se te queda.
No grites ¿eh? No, no, no grites.
Solo un pinchacito, chssst… chsst… ¡Ya! ¿Ves? Ya ha pasado.
Ahora vamos a darle emoción.
Ahora vas a ser tú el que lo haga.
¿Y si no qué? Y si no te mato.
Es fácil.
Mírate chico, antes prepotente y ahora llorando y lleno de
sangre roja.
Vaya cabroncete que estás hecho.
Si al final todo el mundo tiene miedo.
Venga, solo una más, solo una.
Si, en la pierna derecha, como la que me hiciste a mí.
Solo es un pincho tonto, que no va a pasar nada.
Aprieto mucho ¿vale? ¡Hasta el hueso, y más allá! ¿No decías
tu eso?
Mira cómo cambian los papeles. Ahora es al revés.
Sufre un poco anda, sufre como sufrí yo.
Y al final, vas a comprender el porqué de todo esto. ¿O te
lo tengo que explicar?
Vaya gilipollas.
Pues que aquí, las hostias son para todos chico, para todos.
Y ahora vete.
Pero prométeme, que te acordarás cada día de lo que pasó.
Si, sufre un poco hasta que te mueras, cabrón.
Y finalmente no te das cuenta de que no te mato porque te quiero por encima de todo esto.
¿Qué?
¿Por qué vuelves?
No, aléjate, no.
No...
Por favor... vete...
Al final el puto amor, puede más que el miedo.