Vivimos en una eterna incertidumbre, y la única forma de asumir esa incertidumbre es a través del arte.

lunes, 28 de enero de 2013

you know that I mean


Vamos a alzar las manos  y aplaudir, vamos a idolatrar.

Vamos a alabar ese sentimiento que hace que nos corran ríos de hielo por las venas, que nos pone una bomba en el corazón y nos mete un reloj en la garganta, vamos a admirar, a ese instante que nos señala solo a nosotros, que nos pone un foco para que todo el mundo mire, vamos a sentir en la propia piel, esos segundos que nos paralizan como veneno y que nos cuecen como a un pollo en sudor, vamos.

Porque un viejo sabio nos dijo una vez, si no puedes vencerlo, únete a él. 


¿Tienes miedo?

      -  Me he cansado, me he cansado de esto, la quiero demasiado, es como una droga para mí, pero… se pasa y… y ya no puedo más, me confunde, creo, creo que la quiero demasiado
 -   Una droga… oh, ella, es cocaína para los oídos, ella, es heroína para la vista, ella es droga en estado puro.
 -   ¿Qué hago? Ni si quiera sé lo que le gusta
-    Le gusta… ¿qué le gusta? 
<< Le gusta el café frío, le gusta tumbarse en la cama y mirar al techo esperando que venga alguien y le dé la solución, le gusta sentirse sola sabiendo que hay tres personas aporreando la puerta esperando a que abra, le gusta preparar comida para muchos y que acabe sentándose a comer sola frente al televisor, le gusta mirar por la ventana y pensar en tirarse o no, le gusta quererse a sí misma sin importar quién hay fuera haciendo lo mismo. Le gusta gritar “VEN Y MATAME” porque sabe que nadie lo hará. Le gusta caminar en el peligro y jugar con la muerte. Le gusta cometer errores, para después no arreglarlos, le gusta escuchar silencios e interpretarlos, le gusta mirarte y besarte, le gusta saber que la vas a querer siempre, le gusta jugar contigo, le gusta darse la vuelta, cogerte de la camiseta y susurrarte un “Estoy aquí que eso es lo que importa” para enamorarte, le gusta que le digas un “no me voy a ir” pues todos  se han ido, pero tú no, le gusta imaginarse que te vas, porque sus sueños, nunca se cumplen y así se asegura de que estarás ahí siempre. Le gusta hacerte creer cosas, que llores por ella y que se te caiga la baba, le gusta  que pienses que tienes el control. Le gusta hacerte sufrir, pero en el fondo, y escúchame bien, en el fondo, solo te tiene a ti, y tiene un miedo descomunal a perderte. >>




Y hazme caso, la conozco mejor de lo que crees, mucho mejor...tanto, como que soy yo

Ella lleva las riendas.


Eran tiempos complicados, tiempos que nunca pensaron que podrían llegar, tiempos con los cuales ninguno era feliz, simplemente, eran tiempos.
Las escaleras que conducían al desván estaban llenas de polvo cuando Lady se escondió debajo. Los hombres habían entrado corriendo y a sus padres no les había dado tiempo de avisarle, simplemente, le habían gritado un “corre” ahogado por la angustia. El cuaderno que ahora abrazaba temblorosa llevaba escrito un poco de todo y un poco de nada.
Lady permaneció allí metida hasta que los gritos cesaron y no quedó más que el eco del viento soplando, cuando todos se fueron ella levantó su menudo cuerpecito y caminó por la casa vacía; ella no estaba triste, porque sabía que no le harían nada, ella no estaba mal, porque sabía que les volvería a ver, ella simplemente llevaba las riendas.
Lady abrió su cuaderno y con un lápiz escondido en las botas terminó la historia.
<<Después de eso, la niña se quedó sola, pero no tardaron en aparecer sus padres que cohibidos por la angustia la abrazaron deseosos de calor humano, entre dientes mascullaban lo mal que lo habían pasado pensando que se los llevaban, aunque lo que había sucedido era que se habían confundido. Poco después la familia hizo las maletas y marchó rumbo a otro lugar. >>
Como Lady escribió, así se formó.
Ella llevaba las riendas, Lady escribía, el mundo respondía, así era la cosa y así había de ser. 

viernes, 18 de enero de 2013

Hoy, y no otro día, sino hoy.

Bajo mis ojos dos grandes ojeras marcan mi insomnio, bajo mis ojos dos grandes marcas moradas os desvelan mi gran secreto de las noches. Bajo mis ojos, solo se extiende la huella de cada semana, conllevada por cinco agotadores y distantes días.

VIERNES.

Ese día que me tira en plancha hacia la cama y me impulsa contra lo que viene siendo un sueño largo y profundo que no hace otra cosa que darme pesadillas.
Ese maléfico, desdichado y estupendo día que culmina mi subsidio y me interna en el infiero, plagado de tareas que realizar, preguntas que responder y trabajos y trabajos hechados a la espalda por todo el que se digna ha decirte algo.
Ese día de la semana que empieza por V de Vendetta y que solo quiere decir que le tomamos la revancha a los laborales y nos volvemos un poco locos para marcar terreno y demostrar quien somos realmente.
Ese día que nos abre las puertas de la carcel con la llave de oro y nos muestra el camino de valdosas amarillas para que las sigamos hasta Oz y allí pedir nuestros deseos.
Ese día que lo vemos tan lejano como oriente medio desde el mediterráneo, tan lejos que terminamos por asumir que nunca llegara.
Ese día que finalmente se te pasa volando pues no has acabado haciendo lo que realmente tenías en mente, pero sigues estando satisfecho pues al fín y al cabo, es viernes.

No queda mucho por decir salvo que todos los V, son diferentes y que poco importa lo que hagamos que nos parecera maravilloso, mil veces mejor que el encierro de los Lunes en adelante.

Buen fin del Viernes y que el camino os guíe un buen fin de semana.

You don't understand this.

No te voy a pedir perdon a tí, no te lo mereces.
Tampoco le pedire perdon al mundo, no se lo merece.
Me pediré perdón a mi misma por haber sido cruel con aquello que un día me importo, si me lo merezco.

Consumí a caladas cada kilometro y después de todo ese humo fue ficticio y no me había movido de la línea. La locura fue mi escapatoria, la extravagancia y el buen humor la mentira que te traje desde el país de los engaños, la cual fue buena pues te la tragaste enterita cual trozo de pastel. Reconozco, y lo digo escrito porque a la cara no me atrevo, que me porte mal, después de que la vida me diera palos y yo me hiciera un novio de madera. No, no deje que me guiaras, por el simple hecho de que ya estabas perdido. No tampoco sostuve tu mirada cuando hiciste aquella pregunta y yo en mi convate interno no te di respuesta. Se que te enfadaste o al menos intentaste que yo notara esa parte de ti, no la que lloraba por dentro, la cual tambien note, pero sin que te dieras cuenta. Y por eso estoy aqui, para reconocer, desmentir y perdonarme. Puede ser, y solo puede, que me equivocara y la salida perfecta no fuera la puerta sino la ventana. Ahora me arrepiento, ya demasiado tarde, de haber creido que una cama de sueños bastaría en un mundo como este, el cual conmigo no se a portado del todo mal, ni tampoco del todo bien. Solo afirmo el buen hacer de mis cielos grises a modo de escenario y el fantástico trabajo de mi mano sobre el papel al redactar esto con la mayor frialdad posible. Ahora que he terminado y que estoy segura de que no leeras esto nunca, te pido perdon a ti, por pensar que esto serviría de algo o por meterte en este mundo que no merecías que te enseñara, aun así, me siento orgullosa de saber que un día nos cruzaremos y ni siquiera una mirada se cruzara entre nosotros, ni un hola, ni nada, me siento orgullosa de saber que si nos vemos, nada de lo pasado importará lo más mínimo a nivel práctico, sino solo emocional.

Finalmente, perdón.

sábado, 12 de enero de 2013

I wanna feel something

No vengo por nada, ni siquiera vengo para quedarme, mi intención es irme después.
Hoy el cielo está gris ¿no es así? Me gustan los días grises.
Losé, losé, no me mires así, ya me estoy desviando, pero es que, es verdad, me gustan.
Mira hacia arriba, ¿no es precioso? Con los rayos intentando traspasar la barrera de nubes.
Desde luego es un fenómeno maravilloso.
¿Qué tal? No, no, no respondas, me importa una mierda.
Vale, vengo a lo que vengo no me distraigo más.
La verdad es que te odio, de una manera brutal, mis ganas de matarte son tantas.
Pero no lo voy a hacer.
Venga va, juguemos a un juego, uno de esos a los que jugábamos antes.
Si, no me pongas esa cara, venga por favor.
¿Sí?  ¡Bien!
Venga, si sí, va a ser muy divertido, como antes ¿recuerdas?

Colócala ahí, si justo ahí. Ahora gírala, que parezca un círculo negro, sí, así.
Mira, se ha parado y te señala a ti. ¿Qué curioso no?
Venga, juguemos.
Me toca hacerlo a mí, solo quédate quieto y no grites ¿vale?
Solo un momento y ya verás que sensación.
Sí, así, chhssss, tranquilo… chhssss… no pasa nada.
No, no grites, ahora no.
Venga, si no duele tanto, eres un llorica.
¿Ves? Ya ha pasado, ya está, no ha sido para tanto, deja de llorar.
Ahora la giro yo.
Si, mira, joder, me ha tocado a mí.
Oh mírate, si pareces un niño con zapatos nuevos.
No, mejor no, aquí el que juega eres tú.
Juguemos a otra cosa mejor.
Mira, es fácil.
Si sí, siéntate ahí.
Joder que antipático, ¡Que te sientes hostia!
¿Sí verdad? Con una pistola apuntándote todo es más fácil.
Mira esto, lo ves ¿verdad? Pues mira lo que hace.
No llores coño que solo vamos a jugar.
Oh si al final no eres un príncipe, los príncipes tienen la sangre azul, y tú no, la tuya es roja.
Joder que puto llorica me ha tocado.
Si mira, ahora aquí, ya verás la cara que se te queda.
No grites ¿eh? No, no, no grites.
Solo un pinchacito, chssst… chsst… ¡Ya! ¿Ves? Ya ha pasado.
Ahora vamos a darle emoción.
Ahora vas a ser tú el que lo haga.
¿Y si no qué? Y si no te mato.
Es fácil.
Mírate chico, antes prepotente y ahora llorando y lleno de sangre roja.
Vaya cabroncete que estás hecho.
Si al final todo el mundo tiene miedo.
Venga, solo una más, solo una.
Si, en la pierna derecha, como la que me hiciste a mí.
Solo es un pincho tonto, que no va a pasar nada.
Aprieto mucho ¿vale? ¡Hasta el hueso, y más allá! ¿No decías tu eso?
Mira cómo cambian los papeles. Ahora es al revés.
Sufre un poco anda, sufre como sufrí yo.
Y al final, vas a comprender el porqué de todo esto. ¿O te lo tengo que explicar?
Vaya gilipollas.
Pues que aquí, las hostias son para todos chico, para todos. 
Y ahora vete. 
Pero prométeme, que te acordarás cada día de lo que pasó. 
Si, sufre un poco hasta que te mueras, cabrón.

Y finalmente no te das cuenta de que no te mato porque te quiero por encima de todo esto.

¿Qué?
¿Por qué vuelves? 
No, aléjate, no. 
No...
Por favor... vete... 

Al final el puto amor, puede más que el miedo. 

This day.

Maldita curiosidad que me hizo encontrarme contigo.

Y esto es así.

Somos heridos de un mundo que no cuida de sus guerreros. 

Born to die.

 Nacemos para morir. Una y otra vez, nuestra existencia es un círculo vicioso que nunca acaba y que nos renueva cuando llega la hora. Y poco podemos hacer al respecto. Nada cambiará si desafiamos al destino matando nuestras neuronas a porros, nada cambiará si desafiamos a la muerte subidos en una moto en un barranco perdido, nada cambiará si fingimos que no pasa nada y es que, si que pasa. Pero, dime qué hacer, porque yo, sencillamente, no lo sé. Y en nuestro pensamiento de mover la existencia de lugar, nos enamoramos o matamos o nos perdemos por los mundos del poder, y nuestra atención de desvía y ya nada será igual dentro de la monotonía del vivir. Y acabamos nuestra historia con un final, porque todo acaba, y volvemos al problema del principio, de, “¿Qué hacer, para cambiar esta mierda?” Pero morimos, para luego nacer y seguimos sin saber que pasa. Y dime, que hay después de todo esto, que puerta se abre si todas están cerradas. Respóndeme si puedes porque, lo digo enserio, yo no tengo ni idea. 

Cuando lo sepas, llámame. 


Confúndete y en la confusión, ahí, estaré yo. 


I´M A CAT.
Soy un gato,  un gato sí. Uno reencarnado. Comer y dormir esas son mis características. Negro como la noche salto de un tejado a otro a veces envidiando la vida de otros. Pero eso es todo. 

Mi puto ídolo de carretera.


Llegó la hora.

Llegó la hora de escapar, abrir la puerta y gritar, llegó la hora de huir, si huir, porque somos gallinas y nos gusta serlo. ¡Pero, qué coño importa! Aquí no valen las decisiones globales, ni las mundiales, aquí importan las que haces TÚ, sobre TI. Las cosas van así. Corre, con la mochila a la espalda. Las botas en los pies y las ganas a flor de piel. Huye, como las gallinas del carnicero, huye que no importa, ahora solo estás tú. Nacimos para morir y ese es nuestro destino. Ahora grítame que todo está mal y que soy una demente sin sentido, intenta echármelo todo en cara que seguiré teniendo la razón, y lo sabes. Mírame a la cara y dime que no tienes ganas de mandarlo todo a la mierda, de decir que esta eres tú  y que mejor sola que mal acompañada, dímelo y juro que serás mi ídolo, mis putas ganas por seguir tú camino. Pero te fallan las fuerzas, te planteas que es lo mejor y el camino correcto está nublado en ambos sentidos, y tienes miedo, de la soledad. Pero, no, yo estoy contigo, aquí.
Ahora corres, y me gusta verte desaparecer por la línea de la nada subida en un autobús que lleva a ninguna parte. Seguiré tus pasos y allá donde estés sola, yo te acompañaré. Fíjate bien y recuerda mis palabras.

“Somos quienes queremos ser, yo seguiré tus pasos”


Firmado: Esa persona que por mucho que eches de tú vida, se encapricha con entrar.

Hora de preguntarse, que pasará.


No soy de mínimos, ni de máximos, soy de intermedios y finales. Soy consumidora compulsiva de suspiros, creo que quien los fabrique se hará millonario conmigo. Las miradas me confunden y las respiraciones aceleradas hacen de mí un mundo de experiencias incontroladas las cuales me gustaría cortar cual trozo de cristal, tirarlo al suelo y disfrutar del sonido de roto que produce, sentir como los pequeños trozos se clavan en mis pies descalzos y los cortes me producen un dolor que alivia el interior. Soy masoquista, dejando que me arañen y me despojen de la sonrisa, dejando que el suelo frío me guarde en vez de las dulces sábanas de mi cama, soy masoquista cuando salgo a la calle y descubro que voy sola, cuando dejo que los comentarios me modelen y mi alma grite queriendo ser quien es. Soy masoquista. Pero realmente, es lo único que me mantiene viva, mi masoquismo y mis ganas por dejar de serlo, una lucha interior que nunca acaba, y dime ¿qué sería de los guerreros si no hubiera una guerra que pelear, perderían uso y arruinarían sus ganas de vivir? ¿Toda su valentía se iría por el desagüe?  Tengo una lucha interior que no acaba, tengo una lucha que me revuelve las tripas y me arruina las mañanas. Pero soy quien soy, con mis problemas mentales, mis luchas emocionales, con todos mis amantes de alcantarilla y mis príncipes azules que aparecen con los ojos cerrados, soy la mirada de un frío viento y el sol de un cálido rayo, fui, soy y seré la promotora de miles de sonrisas.
“Cuando no quede lucha, no queden sonrisas y no queden amantes, ¿qué será de mí?”
“¿Me renovaré, cambiaré y creceré?”

Cuando eso pase, solo, cree en ti misma.