Primavera

me acuerdo, cuando empezó el calor de la primavera, y aquellas vueltas del institutos llenas de sudor, esas duchas con agua fría y esa sensación de calor reconfortable por las tardes. Recuerdo los gritos de los niños en el parque de enfrente, las ventanas abiertas y el aire cálido agitando las partituras de mi piano. Recuerdo como mi sonrisa se tornaba de agradable a risueña durante toda la tarde. Recuerdo aquellos largos textos que escribía fruto de la inspiración que me venía gracias a las cálidas flores que recién salían en los árboles de enfrente de mi ventana. Me acuerdo, de los pensamientos que se paseaban por mi mente, mientras cantaba despistada las canciones que sonaban en mi ordenador...

Todavía no me olvido, de las bonitas mariposas que asomaban por mi ventana cuando el sol lucía en lo alto del cielo sus más bonitos trajes, ni tampoco, la manera en la que me quedaba mirando el infinito a través del cristal, mirando la pequeña ciudad que se entendía más allá de los edificios no muy altos de mi barrio. 

Todavía siento en mi piel, la sensación de felicidad, al descubrir, que había llegado la primavera.