Vivimos en una eterna incertidumbre, y la única forma de asumir esa incertidumbre es a través del arte.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Fears and lies.

¿Sabes? Tengo miedos.

Como todos, yo creo. Y no duran mucho, son cortos, como los besos de despedida. Y cuando vienen me duelen, cortamente.

Y te escribo ahora, de noche y en silencio porque me debo a ello, y aun superando esos miedos, te lo pido, tan solo escucha.

Cuando era pequeña, cuando tenía en mente tan solo mi gran castillo, las palomas que pondría en mi boda y ese dibujo tan  bonito que había hecho el día anterior,  cuando era pequeña pensaba que sería perfecta. ¿Sabes? Perfecta. Como el caos, como lo imperfecto.

Ahora, con unas cuantas vueltas de rosca más, 27 miedos añadidos, y el frío en los pies que no me deja dormir, soy consciente de que ni un castillo, ni unas cuantas palomas pueden hacerme sentir bien.

Porque tengo miedo, joder, tengo miedo de hacerlo mal, de dar un paso en falso y que se hunda el hielo cuarteado delante de la montaña. Tengo miedo, de hacerte daño, de que me hagas daño. De mentir demasiado, de decir la verdad.

De que llegue un día y ni si quiera sepa quién soy, de que me consuman las mentiras por dentro.
Y quiero que lo entiendas. Quiero que sepas, al menos, que ya no soy pequeña, que ya no hay goma de borrar cuando me tuerzo en mi dibujo, quiero que entiendas que tapo los agujeros que hago a cañonazos con masilla hecha de mentiras, que solo quiero que sepas, que te quiero, que el daño que te haría con verdades, me lo hago a mi misma a base de engaños.

¿Pero qué hacer si no? Mi mayor miedo es perder.

Y no a las cartas, sino a toda la gente que me acompaña. Tan solo me aferro. ¿Entiendes? Tan solo quiero que te quedes, que se queden.

Nunca hice nada por despecho o por maldad. Tan solo, tan solo hay  una pequeña parte de mi que le gusta tropezarse, jugar a la balanza, a los juegos de la suerte. Hay una pequeña parte de mí que solo aprende a base de tropiezos, que le gusta meter la pata. Hay una pequeña parte de mí que grita en mi interior su lema de ‘A errores se aprende’ y que lo predica todos los días a todas horas.

Pero esa pequeña parte de mí, y el resto también, ama lo que tiene, y aunque juegue a la suerte de perderlo, no lo soportaría nunca.


Y te escribo ahora, y a oscuras, para que aunque sea durante unos minutos, entiendas que, aunque me caiga una y otra vez, y no me arrepienta de ello, y aunque tape los agujeros con masilla, y aunque no te lo diga, y aunque no me conozcas del todo, te quiero. Y ese es mi mayor miedo. 

And that I love you
and I'm sorry 

Para Mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gotas llenas de sentimiento