Llegamos a un lugar del camino y a un momento en el que,
después de todo ya nada importa. Te duelen los pies, te sangran las manos y se
te cierran los ojos. Piensas en dormir eternamente. Te cuesta respirar y
piensas en cosas banales que alivien el dolor que sientes por dentro. Te da
miedo abrir viejas heridas y te tumbas con temor a desangrarte mientras
duermes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gotas llenas de sentimiento