Ya no queda nada.
Las cenizas de un submundo enterrado bajo mi piel han ardido como los
sueños de libertad.
Diáfano.
Estafador.
Carcomido.
Mi cuerpo ya no se sostiene solo en pie.
Las piernas tiemblan bajo un terremoto imaginario.
Y el canario de los sabádos ha uído lejos, muy lejos.
No estoy sola, losé.
Pero ni rodeada de gente me sentiría acompañada.
Como una valada que ha de bailarse en pareja y yo no encuentro a la mía.
Soy como el trozo extravíado de un jarrón roto.
Nunca me encontrarán y yo permaneceré aquí, debajo del sofá, acumulando
polvo.
Y de pronto un "Make me happy" se escapa de mis labios.
Todos lo han oído, y me miran con semblante serio.
Me juzgarán.
Me infravalorarán
Y yo volveré a ese rincón de mi misma lleno de polvo.
Rápido,
incluso certero
como un rayo que no deja que apartes la mirada de él.
como una mirada que solo quiere mirar al rayo.
Desconcertante.
Su mano ante mí, respondiendo a mi suplicante "make me happy"
Todavía no lo he visto.
Todavía no lo he visto.
Mis ojos están reacios a abrirse
y contemplarlo.
Mantengo mi posición..
Se que no se ira
y por eso
Me quedo quieta.
Llegas como la primavera.
Te quedas como las flores.
Y me destrozas como el primer cigarro Camel que me fumé contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gotas llenas de sentimiento