Y cambiar. Como la marea de un pequeño puerto, lúgubre y
aterrado. Y salir y conseguir, que el viento te siga. Y seguir cambiando, como el fénix que revive
de sus propias cenizas, como el ave que busca comida y no la encuentra, como un
vuelo en primera plana desde tus sueños. Como cambiar sin miedo, sin buscar desaprobación
en la mirada de los demás, cambiar dejando de ser el fantasma de tus propias
pesadillas, cambiar y dejar atrás a los que buscan y tergiversan tus propias
palabras, intentando dejarlas caer, arrojarlas al mar y reír por ello. Dejar de
sentir en peso de los demás sobre ti, sobre tu mente, dejar de buscar razón para
llorar, porque, quien busca encuentra, y tú, lo has hecho.
It breaks with all that. |
Y si eres de los que llegas, y buscas y quieres encontrar,
unas palabras para arrojar al mar, deja de hacerlo. Deja de mirar para dañar,
deja de meter el dedo en la llaga, porque, para que te importe una mierda el
resto del mundo, gastas mucho tiempo en intentar joderlo.
Y te miro a ti, si,
que intentas dejar caer tu risa de plomo en estos versos,
que quieres pensar
que no llegan,
que se quedan cortos,
que tú eres fuerte y nada puede detenerte,
que eres de hierro,
que la vida es solo un juego.
Deja de hacerlo.
Deja de
mirar para dañar,
de buscar el mal en los demás.
Deja de pensar que solo son
palabras, porque, las palabras llegan, duelen y se te clavan.
Y no se las lleva
el viento, porque las tuyas pesan y se hincan y aterrorizan y apresan y meten
un alma débil en su propia cárcel de cordel. No te estoy diciendo que debes
hacer, solo te estoy aconsejando algo. Aconsejar y no rogar.
Porque no se tus
razones, ni tus manías, no sé nada de ti, casi tanto como tú de mí. Y tu
postura, alta, grande, posesiva, un tú que intenta ser más con la espalda
recta. Y te diré una cosa, más que eso, pareces un pobre crío asustado. ¿De qué
huyes? No me lo digas, no me interesa.
Deja de juzgar sin conocer y pasa a
conocer sin juzgar. Dale la vuelta, ponla boca abajo, intenta mirar un poco
transparente y quítate esa mascara que se te empieza a pegar a la piel, porque,
pequeño niño asustadizo, las máscaras las crea uno, y al final, se las acaba
creyendo; déjame decirte, que la tuya no es ninguna gran obra. Es bastante
sucia y repetitiva. Al final será que eres el primero que tienes miedo de ti
mismo. Y al final será que tu máscara tiene más agujeros que un colador y se
empieza a ver lo crío que eres. Hazte una máscara nueva, con traje incluido si
quieres, pero que esta vez, no afecte a los demás. Deja esa postura de machote
y las botas de pisotear a los demás guardadas en el baúl.
¿Pero qué? Si al final todos somos hipócritas.
La línea entre criticar (la famosa crítica constructiva) y juzgar es muy delgada, y todos la hemos pasado alguna vez. Pero tras el hecho de juzgar hay dos comportamientos posibles: arrepentirte, sentir que has hecho algo malo y tratar de no retractarte en tu error, o convertirlo en un realidad habitual, y ocultarte tras ella como una máscara de hierro, hacer de juez sin derecho alguno, lo cual te hace un ser despreciable...hay dos comportamientos posibles, y una implica no poder volver a mirarte la cara y sentirte limpio ( exceptuando a quien no tiene corazón o la más mínima empatía), pero, a estas alturas, ¿quien puede mirarse a los ojos y sentirse limpio? Yo no, desde luego, por eso por mi parte no me posiciono a favor ni en contra de ninguna, no sé si es mejor(entiéndase más factible) la primera o la segunda opcion, no lo sé...pero tengo claro que cualquiera puede elegir qué camino tomar y cómo comportarse en esa situación. Y que todos somos responsables del comportamiento que adoptemos.
ResponderEliminarUn saludo, nos leemos
Tienes razón. Aunque supongo que hablamos de diferentes cosas. Esta lo que tu dices, y luego está la siguiente linea que tardas en cruzar y que cuando lo haces es dificil cambiarlo. Esa es de la que hablo. No distingo entre bien y mal, no todo es blanco y negro, no digo que esten los que juzgan y los que no, porque de los primeros somos todos, nadie esta limpio en este sucio planeta. Digo los que ademas de sucios, se enorgullecen de ello. Pero despues de todo, tienes razón, como siempre.
EliminarGracias por comentar.
Supongo que por eso puse la ultima frase: "¿pero qué? Si al final todos somos hipócritas"