Tiene el pico naranja, aletea como si le fuera la vida en
ello –es cierto.
No se oyen las olas del mar, pero casi que me las puedo
imaginar, permanentes, frías, constantes, rítmicas, espumosas, casi puedo hasta
tocarlas ante mí, bañadas, por la luz del sol que se cuela entre las hojas
verdes de este árbol tan antiguo y joven, al mismo tiempo –lo noto, si hablara
sería como un libro de historias, de esas que van y nacen y mueren bajo sus
raíces- Incluso las flores respiran, que se mueven como si hubiera música
sonando al compás del viento y como si el susurro del agua cayendo de la tinaja
fuera la letra.
No oigo su respiración, pero la intuyo, ahí, detrás de mí.
Cierro los ojos, atenta y paciente, su imagen en mi cabeza no me abandona,
apoyado en el tronco del árbol, estudiándome la espalda, imaginándose sus dedos
entre mi pelo, que no es largo, pero es – como diría él- tentador. Se aparece
en mi cabeza, como si lo sintiera, y no tengo que esperar mucho, porque ya me
está tocando el hombro, sutil, como si fuera un susurro, un simple y dulce y
cálido toque.
¿Cómo es el sonido del fin?- me pregunta.
Tiene la voz ronca, como si en cada letra estuviera impresa
una lección de filosofía, como las tardes bajo el puente, estudiando a Marco
Aurelio. Tengo la impresión de que es importante, susurras “fin” como si fuera
tú casa, el sonido de tu hogar, una palabra a la que acudes cuando tienes la
garganta estancada en llanto. Rebota tu susurrada pregunta en el tronco del arce
y se cuela entre sus ramas, las raíces se embeben de tu voz.
No lo sé- musito, atontada.
¿Cómo es el sonido del fin? No lo sé.
Lo bonito del texto, es que todo lo que leo me lo imagino.
ResponderEliminarAunque tendría en cuenta el silencio como único sonido del fin, físicamente hablando.
Supongo que tú te refieres a otros fines, como el final de esa etapa que tanto te ha dado o el de esa canción que tanto te hizo bailar, esos momentos en los que te preparas para abandonar algo de lo que sólo quedarán recuerdos, recuerdos asesinados no mucho despues de partir.
Un beso, la foto genial, como siempre:)