Vivimos en una eterna incertidumbre, y la única forma de asumir esa incertidumbre es a través del arte.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Llega un día y nada.



La luz tintinea antes de encenderse del todo. Después la habitación se muestra tal  y como la dejé, hecha una mierda.
Las sábanas se amontonan en una esquina como un nido de pájaros, sobre la mesa el correo sin leer se ha llenado de polvo y las persianas bajadas muestran ahora un aspecto más mugriento si cabe que el de antes.
Me fijo tan solo un segundo en los miles de posters que colgaban de las paredes y que han acabado tirados por el suelo y bocabajo, cubiertos de polvo. Son de grupos que en su día pensé que serían eternos y ahora ya ni me acuerdo de sus nombres, son de canciones que me parecieron perfectas, y que ahora me dan arcadas, son de momentos que pensé geniales y ahora ya ni recuerdo.
La alfombra ya no es lo que era y está llena de agujeros seguramente a causa de ratas. En todas las esquinas hay un grupo de polvo y suciedad que si soplara seguramente llenarían el ambiente de negro humo carbón.
El colchón muestra un color amarillento en el que parece que ha dormido el borracho del bar de la esquina. A los pies de ésta todavía queda intacta, la mochila llena de libros, me parece apreciar que es lo único en toda la habitación que no se ha deteriorado.  
En el techo las telarañas se acumulan y las moscas quedan atrapadas en ellas.
Ando hacia la puerta carcomida también por las termitas y hecho un último vistazo a lo que fue mi guarida de pensar hace ya mucho tiempo. Desde luego nada de lo que hay es lo que fue.
Todo se deteriora. El tiempo juega en la misma medida para todos, nadie se queda atrás. 

2 comentarios:

  1. Como haces para escribir tan bonito?
    Me ha encantado la reflexion del final,besos:)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. pues no lo sé, pura inspiracion que viene y va, supongo.. .:]
      Gracias por comentar, de veras:)

      Eliminar

gotas llenas de sentimiento