Vivimos en una eterna incertidumbre, y la única forma de asumir esa incertidumbre es a través del arte.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Mechero.

Una llama en la penumbra, procedente de un mechero, una llama que ilumina, el escaso espacio hueco en el que me encuentro, una llama que deja entrever sus manos y poco más, una llama que oculta nuestros rostros cegando la vista de los presentes. 
Es curioso, me digo, es realmente sorprendente, que seamos nosotros los aquí presentes los que dejemos las flores. 
La situación es distinta y no lo entiendo ni yo, el aire es extraño y respirar cuesta. No contare la historia que acarrea este momento, pues no es del todo importante, no contare lo críticamente correcto a lo que estoy haciendo ahora, no contare nada, no diré nada, estaré callada y esperare el momento de salir. Un cuento más que llega a su fin ahora. 
Y una vez más, rodeada de personas cuyo rostro no alcanzo a ver, me doy cuenta de que la muerte no es el final ni la vida el principio. Y una vez más, comprendo la cuestión que conlleva este echo, yo estoy aquí, no me eh movido, yo estoy respirando no dejaré de hacerlo. 

Son confusas estas palabras, pues mis pensamientos están de fiesta en mi cabeza y no los veo con claridad, son confusos los momentos que mi cabeza me describe para que yo los escriba. Las historias dentro de mí, se juntan y se fusionan creando situaciones sin sentido. 

Esta página la arrancaré del cuaderno en un futuro y no quedará m´s que el recuerdo de su existencia, pero no puedo esperar a vaciarme de palabras y eh de redactar estas palabras e inscribirlas en el papel para así conseguir algo de menos agobio. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gotas llenas de sentimiento