Vivimos en una eterna incertidumbre, y la única forma de asumir esa incertidumbre es a través del arte.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Pero no se dan cuenta.

Ella camina con las manos frías por una calle en completo silencio. Ella camina firme, sin ningún ápice de incorrección en su aspecto. Ella observa como el vapor de su boca cuando expira y se asemeja el humo de un cigarrillo. Siente el impulso de llevarse el dedo indice y corazón a la boca, aspirar, expirar y expulsar el humo haciendo como si fumara, como cuando era pequeña, pero la chica no sigue el impulso y sigue con el semblante impasible andando por la acera de esa vacía calle. 
Se da cuenta de que está sola, se percata de la soledad propia de ella en esos mismos instantes y se dice ¿Por qué no? Deshace el nudo de la bufanda atada a su cuello y se la quita, comienza a saltar por lo largo del asfalto como cuando era niña, empieza a reír sola, sola y acompañada, sola y feliz. Quiere aparentar ser mayor, quiere hacer creer que puede con todo, tiene la intención de engañar al mundo haciéndoles creer que es mayor, pero no, ella es una niña, ella todavía quiere ver los dibujos y comer palomitas en pijama, se da cuenta, de que no es mayor y que realmente no le gusta fumar, ni vestir bien ni peinarse correctamente  ella quiere quedare con sus amigas y cotillear sobre los jóvenes de su clase, ella no quiere pintarse la cara ni aparentar lo que no es. Pero la calle gira en una esquina y la joven se coloca la bufanda, se hace el moño en lo alto de la cabeza y se retoca el maquillaje, ella vuelve a ser lo que no quiere ser, y continua su camino. 

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gotas llenas de sentimiento